Esta semana continuamos con la danza del vientre.
Este vestido fue un encargo para una actuación concreta de Samaëh, profesora de danza oriental.
La parte de arriba de un blanco con unas lineas doradas, está cruzada en el pecho. Justo debajo lleva un tira dorada donde ambas partes se unen.
En el centro del cuerpo lleva un tul elástico de color crudo, dando el efecto de no llevar nada. Ceñido al cuerpo.
La falda consta de tres partes: La primera una falda de gasa blanca que el maniquí no lleva. La segunda es la de raso blanco de la imagen que va unida al cuerpo. No se aprecia mucho pero lleva en el centro una obertura, que al bailar se abre dejando ver la falda inferior. Y la tercera es un fajín de la misma tela que la parte superior, esta atado a un lado y sujeto al vestido para que no se desplace.
La parte trasera de la misma tela que la falta con dos pinzas para entallar.
Todos los bordes de la sisa, escote y bajo pecho llevan un bies dorado, igual que la raja delantera. Un acabado muy elegante a la vez que sencillo de poner.
Las mangas son de gasa blanca y lo curioso de ellas es que sólo están unidas por el hombro aunque tenga la obertura para ponérselas. Son anchas y en el extremo llevan una tira dorada que se ata a la muñeca, y parece que se llevan alas. Crea un efecto volátil y de movimientos elegantes.
Este modelo lleva una cremallera invisible a un lado, ya que la tela es rígida.
