Esta semana dejamos de lado los vestidos.
Y os muestro algo que hacía mucho que quería tener. Y que mejor aún que llegar a poder hacerlo.
Es un corpiño de color rojo oscuro con puntilla negra y el cierre de terciopelo negro. La tela la tenía guardada de otra confección y la aproveche. No sé si se aprecia en la imagen pero la puntilla que adorna el mismo no es simétrica un lado al otro. Poco a poco descubriréis que no me gustan las cosas simétricas
La largura del mismo es por la cadera y por encima del pecho. Con doce varillas o ballenas rígidas de plástico. El interior forrado en negro.
La parte de atrás es baja espalda, para dar algo de movilidad a los hombros. Como se puede ver también lleva un cierre, pero este no se deshace, es decir, que es un corsé que se ata por delante con cola de ratón negra. Algo fácil de poner ya que una misma es complicado atarse la espalda.
No es un corsé ceñidor como los clásicos victorianos, pero es algo que tengo en mente.
